Eslovenia cuenta con más de 9.000 cuevas registradas, un auténtico laberinto subterráneo. Aquí, como en otras localizaciones de Italia, Croacia y Bosnia-Herzegovina, en la negra oscuridad de las cuevas de roca caliza kárstica vive una de las criaturas más extrañas y únicas, el olm o «cría de dragón».
Esta salamandra albina de cueva, sin ojos ni pigmentación y con branquias en el exterior del cuerpo, mide unos 35 centímetros de longitud. El olm (Proteus anguinus) que puede vivir durante todo un siglo, alcanza la madurez sexual a partir de las 17 primaveras. Parece haberse observado, además, que en condiciones adversas puede aguantar hasta seis años sin comer, durante los cuales se aletarga y reabsorbe sus propios tejidos. Este animal tan especializado se está convirtiendo en todo un símbolo de la biodiversidad eslovena, aunque tener un hábitat tan específico puede suponer un riesgo para su supervivencia.
Proteus anguinus
Foto: Wildwonders
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